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Biological Chemistry

La edición genética protege el oído en los ratones

La técnica CRIPR-Cas9 reduce la pérdida progresiva de la audición que causa una enfermedad genética rara

by Stu Borman
December 27, 2017 | A version of this story appeared in Volume 96, Issue 1

Cochlea damaged from Tmc1 mutation has structures missing, whereas normal cochlea is intact.
Credit: Nature
Cóclea de ratón con daños relacionados con la mutación Tmc-1 (izquierda) comparada con una cóclea salvada a través de la edición genética.

Unos investigadores han empleado la edición genética con CRIPR-Cas9 para prevenir parcialmente la pérdida auditiva en ratones que sufren una variedad genética de sordera. La terapia génica tradicional, en la que se añade un gen funcional a las células a las que les falta uno, o cuentan con un gen no funcional, había sido utilizada anteriormente para tratar la sordera genética en animales. Pero este nuevo enfoque modifica el gen disfuncional, en vez de añadir uno nuevo que sea funcional.

El estudio ofrece un posible tratamiento para una forma extraña de pérdida auditiva en personas, causada por una mutación puntual en una gen llamado Tmc1. En las células ciliadas del oído interno, que detectan las ondas de sonido, la mutación causa que dichas células produzcan una proteína tóxica que las mata. La mutación es dominante, lo que quiere decir que una sola mutación en una de las dos copias genéticas da lugar a la pérdida progresiva de la audición en las personas.

La terapia génica tradicional no puede corregir mutaciones dominantes, por lo que David R. Liu de la Universidad de Harvards, Zheng-Yi Chen de Massachusetts Eye & Ear Infirmary y la Harvard Medical School, y sus compañeros, emplearon la edición genética CRISPR-Cas9 para eliminar el gen mutado en ratones. Eliminar este gen protege las células ciliadas, al prevenir la producción de la proteína tóxica (Nature 2017, DOI: 10.1038/nature25164).

Para tratar a ratones nacidos con la mutación Tcm1 el equipo combinó la enzima Cas9 con un segmento de RNA y un lípido. Cas9 es una nucleasa que corta la doble hélice de ADN y el ARN guía tiene una secuencia que dirige a Cas9 al gen mutado, pero no hacia el gen normal. Los investigadores inyectaron el lípido complejo directamente en la cóclea, en el oído interno de los ratones, donde las partículas podían penetrar en las células ciliadas. En principio, esta forma de aplicación podría funcionar en humanos.

Tras varias semanas, las células ciliadas de los ratones que recibían el tratamiento parecían completamente enteras y normales, mientras que las células ciliadas de los ratones sin tratar estaban dañadas. Al compararlos con los ratones sin tratar, los ratones en tratamiento seguían respondiendo a ruidos fuertes y puntuaron mejor en las pruebas auditivas. Por ejemplo, los animales en tratamiento podían oír sonidos de 15 decibelios de menor intensidad que los ratones sin tratar, lo que es una mejora sustancial de la audición.

Las terapias génicas son una opción realista para las personas “si la pérdida de audición es progresiva y la intervención se produce antes de un daño en los cilios”, dice Karen Avraham de la Tel Aviv University, cuyo grupo descubrió en 2002 la mutación Tcm1 en los ratones con pérdida auditiva empleados en este nuevo estudio. “La clave está en conocer qué causa la sordera. Por tanto, un diagnóstico genético correcto y temprano es esencial para aproximadamente el 50% de las pérdidas de audición que tienen una causa genética.”

Este estudio muestra que el enfoque de la terapia génica “es una estrategia plausible que debe seguir desarrollándose”, dice John V. Brigande del Oregon Hearing Research Center en la Oregon Health & Science University. Su fortaleza “estriba en que la enfermedad genética se desactiva funcionalmente, lo que supone una solución permanente para aquellas células que han sido tratadas con éxito.” Sin embargo, en este estudio, probablemente, menos del 25% de las células con un gen mutado fueron modificadas con éxito. Por tanto, dice que “será esencial maximizar la eficiencia a la hora de editar las células diana, para optimizar el beneficio terapéutico.”


Traducción al español producida por Juan José Sáenz de la Torre de Divulgame.org para C&EN. La versión original (en inglés) del artículo está disponible aquí.

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