Los lípidos, los componentes ignorados de las vacunas para la COVID-19, obtienen financiación

Mientras Moderna y la asociación entre Pfizer y BioNTech luchan por responder a la enorme demanda de sus vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la COVID-19, los proveedores de los lípidos especiales necesarios para administrar las vacunas se esfuerzan por mantener el ritmo de producción, y una nueva empresa acaba de entrar en el negocio.

Los lípidos son un componente, a menudo olvidado, de las dos inyecciones basadas en ARNm, las únicas vacunas aprobadas hasta ahora en los EE. UU. El ARNm desnudo se degrada rápidamente en el cuerpo y puede desencadenar una reacción inmune no deseada. Para hacer llegar el material genético a sus células objetivo, los desarrolladores de vacunas lo combinan con una mezcla de varios lípidos sofisticados para formar nanopartículas lipídicas o LNP.

Muy pocas empresas en el mundo suministran estos lípidos personalizados en cantidades significativas y con los estándares necesarios para la producción de vacunas. Uno de ellos, la empresa alemana Merck KGaA, anunció el 5 de febrero que “acelerará significativamente el suministro de lípidos que se necesitan con urgencia” para que BioNTech los utilice en la producción de la vacuna Pfizer-BioNTech.

Merck dijo que ha estado “trabajando duro” en las últimas semanas para expandir su capacidad de lípidos mejorando aún más las tecnologías de producción e implementando nuevos pasos del proceso. Espera aumentar los envíos de lípidos hacia finales de 2021. Aunque de los dos socios, Pfizer es hasta ahora el principal productor de la vacuna, BioNTech ha comenzado a fabricarla en una instalación en Marburgo, Alemania, que adquirió recientemente a Novartis.

El 11 de febrero, Evonik Industries dijo que comenzará la producción de lípidos en dos sitios en Alemania, también como parte de una asociación con BioNTech. La compañía química, recién llegada a la fabricación de lípidos especializados a gran escala, espera producir cantidades comerciales a partir de la segunda mitad de 2021.

Asimismo, otras empresas están aumentando rápidamente su escala de producción. Croda, una empresa británica de productos químicos especializados, está aumentando la producción en Alabama en su subsidiaria Avanti Polar Lipids para abastecer a Pfizer. Y la firma alemana de servicios farmacéuticos CordenPharma ha estado invirtiendo en Suiza, Francia y Colorado, para suministrar lípidos para la vacuna de Moderna en virtud de un acuerdo anunciado en mayo.

Los productores de vacunas de ARNm utilizan un paquete de cuatro lípidos para formular sus LNP: un lípido catiónico ionizable que encapsula el ARNm cargado negativamente; un lípido PEGilado que ayuda a controlar la vida y el tamaño de las partículas; diestearoilfosfatidilcolina (DSPC), un fosfolípido que ayuda a formar la estructura de la LNP; y colesterol, que también contribuye a la estructura.

El lípido catiónico es el más importante de los cuatro y el más complejo de producir. Matthieu Giraud, director global del negocio de péptidos, lípidos y carbohidratos de CordenPharma, dice que la síntesis requiere alrededor de 10 pasos y la purificación de varios productos. Una campaña de fabricación completa abarca varios meses.

Para satisfacer la creciente demanda de este y otros lípidos, los ejecutivos de CordenPharma se dieron cuenta de que necesitaban complementar su instalación principal de lípidos en Suiza y comenzar también la producción en una instalación en Chenôve, Francia. La empresa también transfirió la purificación de lípidos a sus instalaciones en Boulder, Colorado (EE. UU), que alberga su columna de purificación más grande y que generalmente se usa para péptidos. También se embarcó en diversos proyectos de optimización de procesos en cada planta, dice Giraud.

Además, la compañía reforzó su cadena de suministro de materias primas, asegurándose de que tenga un abastecimiento dual para todas las materias primas clave. Y contó con la ayuda de una empresa hermana, WeylChem, para producir algunas materias primas internamente. En total, CordenPharma pasó por múltiples oleadas de contratación, inversión y expansión a medida que los requisitos de lípidos de Moderna aumentaron desde mayo pasado, dice Giraud.

Estos proyectos recién ahora están comenzando a dar sus frutos. “Hemos empezado este mes a dar inicio al siguiente nivel que espera Moderna”, dice Giraud. En general, CordenPharma ha aumentado más de 50 veces su producción de lípidos para Moderna, agrega, y son posibles más incrementos dependiendo de las necesidades futuras de la empresa de vacunas.

Aunque Evonik es nueva en la producción de lípidos, ha estado formulando LNP desde 2016 cuando adquirió la compañía canadiense Transferra Nanosciences. Puede producir ARNm encapsulado allí para las primeras fases de pruebas clínicas y producir cantidades comerciales en su planta en Birmingham, Alabama (EE. UU). El año pasado, la empresa entró en el negocio del colesterol con la compra de Wilshire Technologies.

Stefan Randl, vicepresidente de I+D para el negocio de atención médica de Evonik, dice que Evonik incrementará la producción en las plantas de Hanau y Dossenheim, Alemania, para los dos lípidos más importantes necesarios para producir LNP: lípidos catiónicos y PEGilados. El cuarto lípido, DSPC, es menos crucial, dice Randl, y se puede comprar a otras empresas.

Tanto Giraud como Randl dicen que los esfuerzos de sus empresas para satisfacer las necesidades de lípidos de sus clientes de vacunas no tienen precedentes.

Giraud dice que CordenPharma reunió a un equipo de más de 50 empleados en múltiples ubicaciones. “Ahora tenemos realmente un buen concepto para satisfacer la demanda de Moderna”, dice. Y CordenPharma está preparada para suministrar a otros desarrolladores de vacunas contra la COVID-19 que requieran sistemas de administración basados en lípidos.

De manera similar, Randl ve que la inversión de su empresa va más allá de las vacunas para servir a los desarrolladores de medicamentos basados en ARNm de próxima generación, como podrían ser inmunoterapias contra el cáncer, terapias de edición genética y terapias de reemplazo de proteínas. “Realmente creemos que esta tendencia de ARNm va a perdurar”, dice.