Advertisement

If you have an ACS member number, please enter it here so we can link this account to your membership. (optional)

ACS values your privacy. By submitting your information, you are gaining access to C&EN and subscribing to our weekly newsletter. We use the information you provide to make your reading experience better, and we will never sell your data to third party members.

ENJOY UNLIMITED ACCES TO C&EN

People

C&EN En Español

Los químicos responden a la invasión de Ucrania

La comunidad científica se solidariza contra la invasión mientras los costes para la ciencia rusa aumentan

by Laura Howes , con información adicional de Leigh Krietsch Boerner y Michael McCoy
March 7, 2022 | A version of this story appeared in Volume 100, Issue 9

 

A building with its windows blown out and flames coming out of the roof. Debris is seen in the street.
Credit: EyePress/NewsCom
Un edificio de la Universidad Nacional de Kharkiv en llamas tras ser alcanzado por un misil el 2 de marzo de 2022

Acceda a todo el contenido español de C&EN en cenm.ag/espanol.

Desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania el 24 de febrero, la comunidad científica y otros sectores han mostrado su preocupación por los habitantes del país. La situación seguía agravándose al cierre de la edición de C&EN.

Multitud de investigadores desde otras partes del mundo vinculadas a Ucrania, como la estudiante de doctorado de la Universidad de Keele, Valentyna Slyusarchuk, dicen que han estado utilizando el trabajo como medio para distraerse de la situación. Slyusarchuk comenta que ha tomado el primer autobús para llegar al trabajo por la mañana y se ha marchado tarde para estar concentrada en algo distinto.

“Los ucranianos están muy orgullosos de su patrimonio e identidad”, dice Donna Huryn, de la Universidad de Pittsburgh, que tiene familia en el país. “Han logrado mantener su cultura y su religión, a pesar de haber estado bajo dominio soviético durante tantos años. Oír a la gente decir que Ucrania no es un país es exasperante”.

La comunidad científica ha ofrecido financiación para la investigación, espacios de laboratorio y alojamiento para los investigadores que han escapado de Ucrania. Estos recursos se recogen en hojas de cálculo online y en un mapa en la web de Science for Ukraine.

Los químicos que trabajan con empresas químicas de investigación ucranianas también han expresado su incredulidad y solidaridad. Enamine es una de las varias empresas con sede en Kiev que suministran productos químicos básicos y catálogos de compuestos a fabricantes de medicamentos de todo el mundo. Estas empresas surgieron en Ucrania y Rusia tras la caída de la Unión Soviética, cuando los químicos que trabajaban para el estado tuvieron que encontrar nuevas oportunidades en el sector privado. Además, Enamine es miembro fundador de una iniciativa, COVID Moonshot, que trabaja para desarrollar un antiviral contra la COVID-19.

Ed Griffen, cofundador de MedChemica con sede en Reino Unido y jefe del equipo de COVID Moonshot, había mantenido conversaciones con el equipo para visitar un lugar de trabajo de Enamine en Kiev. Enamine “siempre ha ido más allá del deber en la realización del trabajo”, dice Griffen en un correo electrónico. “Obviamente, todos estamos muy preocupados por nuestro equipo en Kiev”, dice. “Estaremos a su lado como ellos lo han estado con nosotros”.

El 28 de febrero, C&EN intercambió mensajes en múltiples plataformas con Ivan Kondratov, jefe de química medicinal de Enamine. Kondratov, respondiendo entre sus otras obligaciones laborales, indica que él y su familia estaban en el oeste de Ucrania cuando comenzaron los ataques rusos, lo que significa que hasta ahora han logrado evitar lo peor. Kondratov sigue coordinando el trabajo y la seguridad de sus compañeros desde allí.

“Es imposible hacer nada cuando el aviso de ataque aéreo puede producirse en cualquier momento”, dice Kondratov. La seguridad es la prioridad, añade. “Por eso todos los disolventes y materiales inflamables se ocultan o se retiran”.

Life Chemicals es otra de las empresas de servicios farmacéuticos afectadas. La empresa da empleo a unas 120 personas en Ucrania, siendo químicos la mitad de ellas. Life Chemicals cerró sus oficinas y su centro de producción en Kiev cuando Rusia invadió el país, según Vasily Pinchuk, vicepresidente de ventas y marketing de la empresa, y esperaba reabrir el 28 de febrero. “No fue así, y ahora mismo es muy difícil decir cuándo ocurrirá”, apunta. “Estamos recibiendo mucho apoyo por parte de nuestros clientes, que desean que las cosas vuelvan a la normalidad lo antes posible”.

Tanto Kondratov como Pinchuk, un ucraniano afincado en Canadá, afirman que muchos de sus empleados han abandonado Kiev para dirigirse al campo en los alrededores. Otros han viajado a lo que esperan que sean lugares más seguros en la parte occidental del país.

Mientras se imponen sanciones económicas a Rusia, algunos piden que los científicos también pongan fin a las colaboraciones con este país. Los líderes en la industria biotecnológica ya se han comprometido a cortar toda actividad económica con empresas rusas.

Alinda Chemical, Aronis e Interbioscreen son empresas con sede en Rusia que, al igual que Enamine y Life Chemicals, suministran a la industria farmacéutica catálogos de compuestos y reactivos. C&EN consultó a estas tres empresas sobre las propuestas de detener todo tipo de colaboraciones, pero no recibió respuesta antes de la fecha límite. Del mismo modo, C&EN se puso en contacto con ChemDiv y ChemBridge, empresas de servicios farmacéuticos con sede en San Diego que tienen importantes operaciones en Rusia, pero tampoco recibió respuesta.

La Alianza de Organizaciones Científicas en Alemania ya ha detenido todas las colaboraciones con científicos rusos. Una declaración del 25 de febrero del grupo de 10 organizaciones de investigación y proveedores de fondos indica: “La Alianza es consciente de las consecuencias de estas medidas y, al mismo tiempo, las lamenta profundamente por la ciencia”.

Uno de los miembros de la Alianza, el Servicio Alemán de Intercambio Académico, ha cesado la financiación de todos los intercambios académicos entre Alemania y Rusia. “Sabemos que esta medida también crea injusticias y afecta a numerosos académicos y estudiantes que están comprometidos con la paz y las condiciones constitucionales, así como con las relaciones de buena vecindad”, afirma Joybrato Mukherjee, presidente del servicio, en un comunicado.

“Somos conscientes de que muchos de nuestros amigos rusos e instituciones asociadas rusas rechazan de corazón la campaña contra Ucrania”, afirma Mukherjee. “Al mismo tiempo, en vista de la guerra, creemos que es imperativo revisar críticamente el desarrollo de las relaciones de intercambio con Rusia”.

Kondratov, de Enamine, y Pinchuk, de Life Chemicals, están a favor de estas acciones y abogan por cortar todo contacto y colaboración científica. “Es muy importante garantizar el completo aislamiento de Rusia del mundo civilizado”, afirma Kondratov. La comunidad científica debería situarse en contra de Rusia por solidaridad, añade.

Algunos científicos rusos con los que habló C&EN consideran estas acciones importantes a corto plazo como una forma de detener la guerra. Pero a todos les preocupa el impacto que tendrá a largo plazo en la ciencia rusa, especialmente en los investigadores más jóvenes.

“Siempre he creído que la colaboración entre científicos de diferentes nacionalidades supone un valor fundamental para la comunidad científica mundial y enriquece la ciencia mundial”, afirma en un correo electrónico el químico de polímeros de la Universidad Estatal de Moscú, Alexei Khokhlov. “Desde este punto de vista, no puedo entender cómo el cese de los contactos científicos puede ayudar en la situación actual. Sin embargo, si esto ocurre, considero que mi misión es ayudar a los científicos más jóvenes que no tienen experiencia en la ‘época soviética’ para adaptarse a los cambios en curso y continuar con éxito sus carreras científicas. Y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible para restablecer los vínculos científicos internacionales dañados”.

En cartas abiertas, investigadores y periodistas científicos de Rusia y de la diáspora rusa piden al país que detenga la invasión. La carta desde Rusia dice: “exigimos que se respete la soberanía y la integridad territorial del Estado ucraniano. Exigimos la paz para nuestros países”.

Las declaraciones de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada y de la Sociedad Europea de Química condenan la invasión de Ucrania y subrayan la importancia de la cooperación internacional.

C&EN también se puso en contacto con la American Chemical Society para pedir comentarios. “En la actualidad, la ACS está trabajando para apoyar a sus miembros en Ucrania mediante la exención de cuotas como acción inmediata. Las actuales sanciones del gobierno hacia Rusia no afectan a las operaciones de la ACS, pero estamos observando la evolución de la situación muy de cerca”, dice Susan R. Morrissey, jefa de comunicaciones de la ACS, en un comunicado enviado por correo electrónico a C&EN. Morrissey es también la editora de C&EN.

Traducido al español por César Palmero para C&EN. La versión original (en inglés) de este artículo se publicó el 3 de marzo, 2022, está disponible aquí.

Article:

This article has been sent to the following recipient:

0 /1 FREE ARTICLES LEFT THIS MONTH Remaining
Chemistry matters. Join us to get the news you need.