Cuando los químicos quieren transferir una pequeña cantidad de un reactivo pirofórico, como puede ser el terc-butil litio, generalmente usan una aguja y una jeringuilla. Pero este procedimiento puede ser peligroso: un movimiento incorrecto y el producto químico podría gotear, o incluso salirse de la aguja, e inflamarse. Químicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) han diseñado un sencillo equipo y un protocolo de empleo que pueden hacer que esas transferencias sean más seguras.
El dispositivo consiste en un vial de transferencia sellado hecho a partir de la fusión de la parte superior de dos viales a presión, una tapa de botella –hecha con una impresora 3D– que se enrosca a la botella del reactivo pirofórico y alberga el vial de transferencia, y una pinza metálica que sujeta el sistema para que sea "manos libres".
Para transferir el reactivo una vez que el equipo se ha ensamblado a la botella, el químico introduce la aguja larga de una jeringuilla a través de los dos sellos del vial de transferencia (que se ha llenado previamente con un gas inerte) y a continuación a través del sello de goma de la botella de reactivo. Se extrae la cantidad necesaria de reactivo en la jeringa y luego se saca la aguja hasta el vial de transferencia. Después de retirar el vial de transferencia de la tapa de botella impresa, el químico coloca el vial de transferencia sobre el matraz de reacción, empuja la aguja a través del vial de transferencia y de un septo en el matraz de reacción, y finalmente transfiere el reactivo (Org. Proc. Res. Dev. 2018, DOI: DOI: 10.1021/acs.oprd.8b00151).
Los químicos Anders T. Lindhardt, Mogens Hinge, Martin B. Johansen y el soplador de vidrio Jens C. Kondrup idearon el sistema en respuesta a un experimento de laboratorio que pedía a estudiantes universitarios que transfirieran terc-butil litio. Aunque científicos más experimentados vigilaban atentamente a los estudiantes durante la transferencia, Lindhardt dice que la seguridad era una gran preocupación. Por lo tanto, después de muchas iteraciones, idearon este sistema, que fue probado y valorado por 60 estudiantes universitarios.
Xiao-Feng Wu, del Instituto Leibniz de Catálisis (Rostock, Alemania), dice que los reactivos pirofóricos como el terc-butil litio se utilizan a diario en algunos laboratorios de investigación, aunque su alta sensibilidad al aire y a la humedad puede provocar graves accidentes, particularmente cuando los usan químicos que no tienen experiencia en transferir tales materiales. "Con este equipo, incluso los estudiantes de secundaria pueden disfrutar de las ventajas del terc-butil litio", señala.
Debbie M. Decker, gerente de seguridad del departamento de química de la Universidad de California en Davis (California, EE.UU.), cree que el dispositivo puede ser útil para transferir pequeñas cantidades de reactivos pirofóricos a través de una jeringa. "Creo que es una técnica importante para que los estudiantes aprendan en un entorno tutelado de enseñanza, en vez de en el entorno de investigación", comenta. "Enseñar a los estudiantes a usar cánulas puede ser más útil en un marco de investigación".
Lindhardt coincide en que un sistema de trasferencia con cánula es mejor para grandes volúmenes de terc-butil litio y reactivos similares, pero que el objetivo de este trabajo era hacer "algo simple que la gente pudiera hacer por su cuenta". Aunque los químicos emplearon un soplador de vidrio para hacer el vial de transferencia, han publicado, junto al artículo de investigación, los esquemas del vial, las especificaciones para imprimir en 3D la tapa de botella y un video instructivo.
Traducción al español producida por Greco González Miera de Divulgame.org para C&EN. La versión original (en inglés) del artículo está disponible aquí.
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