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Pollution

C&EN En Español

La contaminación de aire mata 780.000 personas en África cada año

El estudio de modelos de la NASA sugiere que las tormentas de polvo en el Sahara son las principales responsables

by Katherine Bourzac
April 23, 2019 | A version of this story appeared in Volume 97, Issue 17

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Las tormentas de polvo en el desierto del Sahara degradan la calidad del aire y son una de las principales causas de mortalidad en África.

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La contaminación aérea causa unas 780.000 muertes prematuras cada año en África, tal y como sugiere un nuevo estudio de modelos atmosféricos (J. Geophys. Res.: Atmos. 2019, DOI: 10.1029/2018JD029336).

El grado de contaminación del aire en todo el continente, y como afecta a la salud de las personas, es un hecho difícil de cuantificar. En este nuevo estudio, un grupo de investigación ha utilizado datos de satélites y modelos de química atmosférica y sanitaria para responder a algunas de las preguntas. Sorprendentemente, han encontrado que la mayoría de las muertes atribuidas a la mala calidad del aire son causadas por partículas transportadas por las tormentas de polvo del desierto del Sahara.

Se sabe que la contaminación del aire causa enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Pero la mayoría de los países de África carecen de la infraestructura necesaria para cartografiar los niveles de contaminantes a los que están expuestas las personas y cómo afectan a la salud, dice Susanne Bauer, especialista en modelos atmosféricos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, que lideró el estudio.

“Los países del África subsahariana sufren la falta de una monitorización continua de la calidad del aire, así como de fácil acceso y mantenimiento a bases de datos de indicadores de salud, quizás con la excepción de países como Sudáfrica”, dice Kiros Berhane, epidemiólogo del Universidad del Sur de California, y que no está involucrado en el estudio de la NASA.

Bauer dice que sólo unos pocos estudios han considerado los efectos de diferentes fuentes de contaminación del aire en África fuera de las áreas urbanas, y han dado estimaciones de mortalidad muy variables.

El grupo de Bauer se centró en tres fuentes principales de contaminación del aire: la industrialización, que incluye fuentes como automóviles y fábricas; los incendios, principalmente originados por la quema agrícola; y las fuentes naturales, que están dominadas por minerales pulverizados. El equipo utilizó observaciones de satélites de partículas de aerosol en la atmósfera por encima de África para estimar las emisiones, y los modelos atmosféricos y climáticos para predecir la extensión y el transporte de material particulado, ozono, monóxido de carbono y dióxido de azufre. Después utilizaron modelos epidemiológicos para predecir el impacto de la contaminación en la salud en el año 2016.

La fuerte influencia de las tormentas de polvo en la salud pública sorprendió a Bauer. Según sus modelos, la exposición a emisiones naturales, principalmente a material particulado fino en el polvo, causó 556.475 muertes prematuras en el continente en 2016. Las emisiones industriales causaron 182.398 muertes, y la quema de biomasa 43.374. Bauer dice que, en general, la mortalidad en África como resultado de la mala calidad del aire tiene lugar a una escala similar a la mortalidad por VIH/SIDA. Sin embargo, advierte que es difícil hacer una comparación rápida y fiable porque es probable que las muertes por enfermedades infecciosas no estén contabilizadas.

El epidemiólogo A. Kofi Amegah, de la Universidad de la Costa del Cabo, dice que en muchos países del África subsahariana los presupuestos para la salud pública son limitados, y que los gobiernos intentan reducir las enfermedades infecciosas y la malnutrición infantil construyendo infraestructuras para depurar el agua y aumentar así la salubridad. Los datos de contaminación son “inexistentes” porque la investigación no está financiada, dice Amegah. Los sensores convencionales de contaminación del aire son caros. En su país, Ghana, el muestreo en tierra se limita a su capital, Accra, a pesar del hecho de que otras áreas del país están cada vez más urbanizadas. Sin datos locales, es más que probable que los gobiernos no tomen medidas sobre la calidad del aire. El grupo de investigación de Amegah está implementando redes de sensores de contaminación del aire de bajo coste para solucionar este problema.

Rebecca Garland, que trabaja en la calidad del aire y el modelado climático en el Consejo para la Investigación Científica e Industrial en Pretoria, Sudáfrica, dice que los científicos dedicados a estudiar la atmósfera de todo el continente están trabajando juntos para el Grupo Africano de Ciencias Atmosféricas (ANGA). Ella espera que ANGA atraiga más atención sobre la contaminación del aire en la región y fomente soluciones locales.

Traducido al español por Marta Isabel Gutiérrez-Jiménez para C&EN. La versión original (en inglés) de este artículo está disponible aquí.

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