Advertisement

If you have an ACS member number, please enter it here so we can link this account to your membership. (optional)

ACS values your privacy. By submitting your information, you are gaining access to C&EN and subscribing to our weekly newsletter. We use the information you provide to make your reading experience better, and we will never sell your data to third party members.

ENJOY UNLIMITED ACCES TO C&EN

Biotechnology

C&EN En Español

Se confirma el uso de CRISPR en los primeros niños modificados genéticamente, los científicos y los especialistas en ética responden

El investigador chino He Jiankui anuncia el uso de CRISPR para fabricar embriones resistentes al VIH, originando el nacimiento de dos niñas gemelas. Otro embarazo puede estar en camino

by Ryan Cross , Rick Mullin , Megha Satyanarayana , Jean-François Tremblay
December 20, 2018 | A version of this story appeared in Volume 96, Issue 48

Foto de cabecera.
Credit: Créditos: ALANSIU EPN/Newscom
He Jiankui (centro) responde en Hong Kong a las preguntas, rodeado por los organizadores de la cumbre, Robin Lovell-Badge (izquierda) del Instituto Francis Crick (Londres, Reino Unido) y Matthew Porteus de la Universidad de Stanford (California, EEUU).

Cuando se inventó hace unos seis años el sistema de edición genética CRISPR/Cas9, un sistema sencillo pero poderoso, sus creadores sabían que era sólo cuestión de tiempo que alguien, en algún lugar, intentara crear los primeros bebés modificados genéticamente. Ahora, un científico en China, desconocido para los expertos en el área, asegura haberlo llevado a cabo.

En una serie de vídeos en YouTube lanzados el 25 de noviembre, He Jiankui, de la Universidad del Sur de Ciencia y Tecnología (Shenzen, China), explica que utilizó CRISPR para introducir una mutación en un gen llamado CCR5. El objetivo: replicar una mutación que ocurre de forma natural y que parece otorgar resistencia al VIH. Algunos de los embriones modificados fueron implantados en el útero de una mujer, que finalmente dio a luz dos niñas gemelas hace unas semanas, dice He.

“Las niñas están tan a salvo y son tan sanas como cualquier otro niño”, asegura He. He continúa criticando que se llame a las niñas “bebés de diseño”, y dice que su técnica sólo debería ser usada con fines curativos, y no para alterar rasgos como el color de los ojos, el sexo o la inteligencia. “Entiendo que mi trabajo pueda ser considerado como controvertido, pero creo que las familias necesitan esta tecnología, y estoy dispuesto a asumir las críticas en lugar de ellas”, continúa He.

Si las críticas son una señal, He ha subestimado cómo de controvertido podía llegar a ser su proyecto. Científicos y especialistas en ética están unidos en un estado de alarma acerca del secreto con que se ha llevado a cabo el experimento; del cuestionable consentimiento de este tipo de prácticas; de la decisión de He de pasar de puntillas sobre las líneas que separan la curación de la mejora, ya que el VIH se puede prevenir y curar de otras formas; y del hecho que la modificación genética afecte a las líneas genéticas de los bebés, puesto que las mutaciones se arrastrarán a lo largo de todo su desarrollo y serán heredadas por los hijos que puedan tener.

El 29 de noviembre, la Asociación de Prensa (AP por sus siglas en inglés) publicó que el gobierno de China ordenó a He detener todo su trabajo e investigaciones. El Vice Ministro chino de Ciencia y Tecnología, Xu Nanping, definió el trabajo como ilegal en una entrevista con los medios de comunicación de China, según AP. El 30 de noviembre, el Registro de Ensayos Clínicos de China fue puesto al día y mostró que el ensayo de He sobre modificación de embriones había sido retirado.

Francis Collins, director del Instituto Nacional de Salud de EEUU, declaró que “este trabajo muestra una disposición profundamente perturbadora del Dr. He y su equipo a desdeñar las normas éticas internacionales”.

El anuncio de He llegó dos días antes de que los expertos en CRISPR se reunieran en Hong Kong del 27 al 29 de noviembre en una cumbre internacional sobre edición genética. Este movimiento parecía ser “un intento de aprovechar los titulares,” comenta Peter Mills, director asistente del Consejo de Bioética de Nuffield, un grupo político británico. “Si lo que se dice es cierto, es una intervención prematura, inexplicable y posiblemente insensata, que puede amenazar el desarrollo responsable de futuras aplicaciones de la modificación genética.

La revista MIT Technology Review anunció la noticia el 25 de noviembre. La noticia fue seguida de inmediato por una historia detallada preparada de antemano por la Asociación de Prensa (AP), con la colaboración de He, junto con sus videos de YouTube.

El 28 de noviembre, durante la cumbre en Hong Kong, He se dirigió a una sala llena de científicos y medios de comunicación. “En primer lugar debo pedir disculpas. Ha habido una filtración inesperada”, dijo He. El trabajo se ha enviado a una revista para revisión científica, continuó He, y los organizadores de la cumbre no sabían nada acerca de los trabajos de He antes de que la noticia explotara.

A continuación, He explicó su trabajo en ratones, monos y células humanas. Quería hacer una mutación particular en el gen que produce CCR5, una proteína que usa el VIH para infectar células. Otros grupos, incluyendo a Sangamo Therapeutics, están desarrollando tratamientos para editar CCR5 en células inmunes de adultos con VIH. Pero hacer esto en embriones “es totalmente absurdo”, dice Bryan Cullen, virólogo de la Unversidad de Duke. “Es totalmente irresponsable, no sabemos lo suficiente para hacer esto.”

Un foto de David Liu.
Credit: Créditos: Cumbre Internacional de edición genética humana
David Liu, científico especialista en CRISPR del Instituto Broad, cuestiona en la cumbre que ha tenido lugar en Hong Kong la elección de He de modificar embriones para hacerlos resistentes al VIH.

El hecho de que las mutaciones de CCR5 puedan tener consecuencias no anticipadas en el desarrollo de las niñas apuntala cuestiones éticas más amplias. El CCR5 mutante podría dejarlas más susceptibles a otras enfermedades, incluyendo la malaria y la gripe. Y si CCR5 no ha sido modificado en todas y cada una de las células del embrión quedarán versiones normales del gen que las harán susceptibles de infección por VIH.

El experimento de He reclutó ocho parejas de hombres con VIH y mujeres sin VIH. Una de las parejas abandonó. De acuerdo con el informe de la AP, He utilizó 11 embriones modificados para una fecundación in vitro antes de conseguir un embarazo. He dijo en la cumbre de Hong Kong que había otra mujer en las primeras semanas de embarazo

En un documento chino, firmado en Marzo de 2017 y en el que se explica el estudio, He explica que espera implementar estrictos controles de calidad industriales y sobresalir en el campo de la modificación genética, un campo cada vez más competitivo a nivel internacional. Llega a decir que el trabajo podría ser un revolucionario estudio que sobrepasara la técnica de fecundación in vitro que ganó el Premio Nobel en 2010, y que podría ser el comienzo del tratamiento de incontables enfermedades hereditarias.

Un problema de seguridad habitual cuando estamos hablando de edición genética con CRISPR es el riesgo de efectos colaterales, cuando la modificación o el corte en el ADN se lleva a cabo más allá de la posición deseada. He secuenció una única célula del embrión que estaba creciendo para buscar cortes desviados del objetivo, encontró uno que al parecer era insignificante, y volvió a implantar el embrión para continuar el embarazo. He planea monitorizar la salud de las dos niñas y de su ADN al menos hasta que tengan 18 años.

Durante la cumbre, el científico especialista en edición de genomas de la Universidad de Pekín (China) Wensheng Wei comentó que no había una forma fiable de secuenciar el genoma completo de una única célula, y preguntó a He cómo podía estar seguro de que no había más cortes fuera de la posición objetivo. He respondió que, con las técnicas disponibles actualmente, su equipo pudo comprobar de forma completa alrededor del 80–85% del genoma del embrión. “Su respuesta no fue en absoluto convincente”, dijo más tarde Wei a C&EN. Wei estima que “en torno al 15–20% del genoma de esos embriones no fueron comprobados rigurosamente sobre efectos colaterales.”

El trabajo va contra las reglas éticas establecidas internacionalmente por múltiples organizaciones. Las leyes concretas y sus consecuencias asociadas en China no están claras, pero muchos científicos chinos han condenado ya el trabajo. He fue preguntado por Wei en la cumbre “¿Por qué ha elegido cruzar esta línea roja? ¿Por qué ha llevado a cabo todos estos experimentos en secreto?

Wei no obtuvo ninguna respuesta satisfactoria a sus preguntas. He dijo que había presentado trabajos preclínicos en el congreso organizado por el Laboratorio de Cold Spring Harbor (Long Island, NY, EEUU). La presentación de He también precisaba que había consultado al experto en CRISPR Mark DeWitt de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) y al experto en bioética William Hurlbut de la Universidad de Stanford (California, EEUU). Según los artículos publicados en STAT, ninguno de ellos aprobó el experimento de He. Y, de acuerdo al informe de la AP, el director de Tesis de He, Michael Deem de la Universidad de Rice (Texas, EEUU), también participó en el proyecto y estaba presente cuando los padres de los bebés dieron su consentimiento al experimento.

Cuando se le preguntó acerca de su comprensión del informe de consentimiento, He reveló que sólo cuatro personas revisaron el documento del informe de consentimiento antes de que fuera utilizado en el experimento. El documento se refiere al trabajo de He como “un proyecto de desarrollo de una vacuna para el SIDA” y CRISPR sólo se menciona un par de veces. He dijo que explicó personalmente el documento línea por línea a las parejas participantes en el experimento.

Muchos otros científicos se han mostrado igualmente perplejos ante la decisión de He de editar CCR5. David Liu, un químico del Instituto Broad del MIT y Harvard (Massachusetts, EEUU) que ha inventado nuevas versiones de CRISPR, apunta a que aunque los padres eran VIH-positivos, su esperma fue lavado antes de la fecundación, por lo que no era probable que hubiera infección. Además, las drogas profilácticas pueden suprimir el virus de los individuos infectados. “No veo ninguna necesidad médica no satisfecha para estas niñas” dijo Liu cuando le preguntaron por He en Hong Kong.

Advertisement

Como respuesta, He explicó el estigma que supone el SIDA en China, y dijo que los niños son dados a parientes para evitar la potencial transmisión del VIH. He cree que protegiendo a los niños genéticamente, los padres tendrán una nueva esperanza. “Me siento orgulloso”, dijo He.

Unos pocos días antes de que la noticia saliera a la luz, He publicó un artículo declarando que este campo que utiliza tecnologías de modificación genética en clínica, como CRISPR, “adolece de fundamentos éticos claros y concisos”. He proponía cinco principios para la edición de embriones, incluyendo que sólo debería usarse “en caso de enfermedad grave, nunca por vanidad” (CRISPR J. 2018, DOI: 10.1089/crispr.2018.0051).

Sin embargo, varias organizaciones, incluyendo la Organización para la Educación, la Cultura y la Ciencia de las Naciones Unidas (UNESCO, por sus siglas en inglés); el Consejo Nuffield en Bioética; y la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, ya habían publicado unas recomendaciones para la modificación de embriones. Las de la UNESCO llaman a una moratoria en la edición del genoma humano. Las del Consejo Nuffield y la Academia Nacional no van tan lejos, pero el criterio principal de la Academia Nacional para la modificación de líneas genéticas relacionadas con la herencia es que debe hacerse en ausencia de alternativas razonables, un punto que el trabajo de He no cumple. “Debería haber un futuro en el cual la edición genética de embriones esté justificada siguiendo un detallado análisis de potenciales beneficios, riesgos y consideraciones éticas, pero el trabajo que se acaba de presentar no cumple estas condiciones”, dice Liu en una declaración.

En general, los comités de ética han visto de forma favorable el uso de CRISPR en niños y adultos para solucionar una mutación genética espontánea o heredada que cause una enfermedad. Varias compañías están preparando el lanzamiento de ensayos clínicos para probar CRISPR de esta forma. En estos casos, los individuos modificados no pasarán su ADN editado a sus retoños, puesto que sus células germinales—óvulos y esperma—permanecen sin editar.

El profesor de biología y sociedad en la Universidad Estatal de Arizona (Arizona, EEUU), Benjamin Hurlbut, que asistió también a la cumbre de Hong Kong, dice que el pretendido logro de He “simplemente sobrepasa de forma absoluta todo lo que pueda ser considerado como tratamiento y va hacia lo que entra inequívocamente en el campo de la mejora.” Y añade Hurlbut, “Estas dos nuevas vidas son ahora un experimento, un tema de curiosidad científica, lo cual es una manera indignante de hablar de una vida humana.”

Los investigadores de CRISPR, muchos de los cuales están desarrollando terapias CRISPR para paliar o curar diferentes enfermedades genéticas y cánceres de una forma que no implica la modificación de sus líneas genéticas, están preocupados por el hecho de que el trabajo de He pueda dañar la percepción que el público tiene de la modificación genética. “Sería una lástima que el entusiasmo y el apoyo a este trabajo quede negativamente afectado por las recientes noticias”, dice Sam Sternberg, científico de CRISPR en la Universidad de Columbia (NY, EEUU).

Los científicos chinos también están preocupados por el hecho de que las noticias puedan dañar la reputación de su país. Más de 100 investigadores chinos han firmado un documento en red oponiéndose al trabajo de He. La Sociedad China de Genética y la Sociedad China de Biología Celular han condenado la modificación genética de embriones planeada con fines reproductivos, y dicen que el proyecto de He está “en contra de la ley, la regulación y la ética médica de China”. Por último, SUSTech, la universidad de He, dice que He “ha violado seriamente la ética académica y los códigos de conducta.”

Uno de los inventores de CRISPR, Feng Zhang del Instituto Broad, apela a una moratoria en la implantación de la edición genética en embriones hasta que se haga una lista con los requisitos de seguridad. Pero George Daley, decano de la Escuela de Medicina de Harvard y uno de los organizadores de la cumbre, dijo a la audiencia en Hong Kong que “es ya la hora de que consideremos al menos cómo hacer un camino responsable para llevar esto a la fase clínica.”

Al término de la sesión de He, otro organizador de la cumbre preguntó si He hubiera llevado a cabo el experimento con su propio hijo. He replicó que “si hubiera sido mi hijo, en esa misma situación, lo hubiera probado con él el primero.”

Traducido al español por Esteban Urriolabeitia para C&EN. La versión original (en inglés) de este artículo está disponible aquí.

Article:

This article has been sent to the following recipient:

0 /1 FREE ARTICLES LEFT THIS MONTH Remaining
Chemistry matters. Join us to get the news you need.